A la mañana
siguiente, luego de observar oculto y a cierta distancia lo que hacía el hombre
hasta el instante en que se llevaba la primera cucharada a la boca, el
gobernante salió de su escondrijo y se acercó, seguido por el silencio de su
numerosa comitiva.
-Soy el que
gobierna este país- le dijo al hombre.
Sentado al pie
del humilde fogón, el hombre levantó la mirada y observó al gobernante, pero no
dijo nada. En seguida cogió la olla y otro plato, simuló verter en éste un poco
del supuesto contenido de la olla y añadió una cuchara.
-Sírvase, señor-
le ofreció el plato al gobernante.
Convencido de
que el hombre estaba loco, el gobernante hizo una mueca de enojo y
resueltamente comentó:
-Esto es una
locura- y se alejó de prisa.
Y no pudo oír
que el hombre decía, con voz fatigada y triste:
-No es locura,
señor; es pobreza."
Antonio Gálvez Ronceros , "Mirage"
Histórias de trazer os homens, Extramuros Editorial, Lima,
1988.
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